Grupo terrorista incendia iglesia y se convierte a Jesús por una visión. Ibrani*, un joven nacido y criado en una familia musulmana ortodoxa en el Medio Oriente, siempre ha seguido estrictamente los rituales y principios del Islam. Pero una experiencia extraordinaria con Jesús cambió por completo su vida.
Hace dos años, la hermana de Ibrani, había aceptado a Jesús junto a su esposo e hijos. Ellos encaminaban a otros hacia Dios siempre que era posible. Ibrani probó todas las estrategias para que su hermana regresara al Islam. Pero le explicaron era que ahora ellos sabían que Jesús no era solo un profeta (como se cita en el Corán), sino el Dios vivo y el Hijo del Dios Altísimo.
“Jesús nació de una virgen como hombre, sin mancha, para quitar los pecados de toda la humanidad”, le dijo su hermana al entonces adolescente. También lo invitaron a conocer a su pastor y asistir a un servicio de adoración en la iglesia. Pero Ibrani no quiso creer. Entonces, se convirtió en su enemigo y decidió formar un grupo de terroristas islámicos, formuló un plan para atacar a los creyentes de esa congregación y destruir su lugar de reunión. A pesar de que su malvado plan estaba en contra de su propia hermana, obtuvo el apoyo de su padre, madre, autoridades y otros hermanos.
De repente, y para su asombro, la imagen de un hombre apareció en medio del fuego diciendo: “Yo soy el Señor del Cielo y de la Tierra y vivo en la luz, a la que nadie se puede acercar. Yo morí por ustedes en la cruz del Calvario, y resucité de entre los muertos. Cree en mí y sígueme, entonces tendrás salvación y vida eterna”, dijo aquel hombre con calma y autoridad.
Luego, la imagen desapareció tan rápido como se materializó y el fuego calmó. Nadie dudó que aquel hombre era Jesús, aquel del que tanto le había hablado la hermana de Ibrani en sus conversaciones. Se postraron, poniendo sus frentes en el suelo, convencidos ahora de la Verdad. Los familiares del joven y ahora exterroristas se pusieron en contacto con la hermana y el cuñado de Ibrani esa misma noche. Se reunieron con el pastor y compartieron lo que había sucedido. El pastor les enseñó más sobre Jesús y el evangelio durante la noche, luego todos se rindieron a Jesús, reconociéndolo como su Señor y Salvador personal.
*El nombre citado es ficticio y la ubicación específica del evento se oculta por razones de seguridad para los involucrados en la historia.