La joven Sophie Rund, enfrentó muchas dificultades junto a su marido, llamado Joe, mientras soñaba con tener una familia. Diagnosticada con endometriosis, una enfermedad del útero, Sophie perdió las esperanzas de ser mamá.
“Después de este diagnóstico, ambos entendimos que la vida que planeábamos, iba a ser un poco diferente. Recuerdo llegar a la casa de sus padres, y subimos una habitación, donde lloramos durante horas, sin saber realmente, lo que nos deparaba el futuro”, dijo su esposo, a CBN News.
Sophie se sometió a una cirugía, para extirpar los quistes de su útero, lo que permitiría quedar embarazada. “Tenía familiares y amigos orando por mí. Cuando se realizó la cirugía, supe que la última instancia, sería la puerta de entrada a una familia. Entonces pensé, haré cualquier cosa. Me operé y fue un gran éxito”, recordó.
Según Guiame.com, luego de cuatro meses, Sophie quedó embarazada, y dio a luz a su primer hijo Brooks. “El parto e incluso todo el embarazo, fue simplemente increíble. Como si el proceso fuera tan sencillo y rápido”, testificó.
“Habían regresado”
Luego, la pareja volvió al médico para hacerse pruebas, y descubrió que la endometriosis, y los quistes, habrían regresado. Las trompas de Falopio, quedaron bloqueadas, lo que imposibilitó el quedar nuevamente embarazada.
Ella y su esposo, planearon comenzar la FIV, lo que requeriría que a Sophie, le extirparan las trompas de Falopio, lo que le impediría su capacidad de concebir, de forma natural. Por lo que una vez más, pidieron ayuda en oración.
Entonces, con esperanzas renovadas, programaron el procedimiento, pero la noche antes de la cirugía, Sophie sintió la necesidad de hacerse una prueba de embarazo.
“Grité y desperté a toda la casa. ¡Estoy embarazada! Se suponía que debía estar en el hospital cinco horas más tarde, para presentarme para la cirugía, y estaba asombrada. Según la ecografía, eso parecía imposible”, relató.
Milagro de Dios
Sophie recibió la confirmación del milagro de Dios, en otro examen de ultrasonido, cuando tenía ocho semanas de embarazo.
Según el médico le dijo: “Veo en tu expediente, que tenías quistes, y una trompa de Falopio bloqueada, y no veo nada en tus ovarios. Todo parece genial y normal”, dijo.
Meses después, Sophie dio a luz a una niña, a la que llamó, Palmer Hope. Hoy es un recordatorio de que Dios, todavía hace milagros, y escucha los gritos de los corazones.
“Estoy muy agradecida de que Él me sanó, y me dio dos hermosos bebés. Vi la bondad del Señor, de una manera tan tangible, que cambió mi vida, para siempre”, concluyó Sophie.
Publicado por: NOTICIACRISTIANA.COM
